Fachada del Hospicio de Madrid. S XVIII
(1722)
De Pedro Ribera (1683-1742)
Material:
ladrillo, como material más pobre y la
fachada retablo de piedra
En España sólo desde mediados
del s. XVII se van abandonando las
construcciones de impronta herreriana con escasa importancia de la decoración y
comienza a desarrollarse la llamada fase ornamental que incorpora elementos
plásticos en los muros como motivos vegetales, volutas, molduras y ya en el
siglo XVIII es un estilo más movido conectado con el Rococó y caracterizado por
el empleo de la columna salomónica, los frontones curvos y partidos, decoración
naturalista, efectos textiles, estípites.
Se distinguen dos grandes focos: Salamanca con los Churriguera y Madrid
donde trabaja Pedro de Ribera.
Pedro Ribera es
arquitecto municipal y desarrolla varias obras en la ciudad como el puente de Toledo, así como obras
religiosas. Buen representante de su estilo es la fachada del hospicio de
San Fernando. Como un capricho barroco
se organiza a modo de retablo alrededor de la puerta, que se alza entre
cortinajes con una recargada decoración
con formas orgánicas, estípites, medallones y el empuje vertical que
parece que empuje la cornisa y la rompa formando un frontón circular partido
cuyos lados se unen a la cornisa longitudinal del resto del edificio. El
paramento general es de ladrillo con la
piedra de la fachada-retablo.
La conjugación de estas
características más la simulación de cortinajes nos indica que su inspiración
está en la arquitectura efímera que sirvió de un importante campo de
experimentación arquitectónica en el barroco pleno español.
Este barroco decorativo y
recargado tendrá mucho éxito en la
arquitectura hispanoamericana.
Destacar por ejemplo, en
Valencia la puerta retablo del palacio
del Marqués de dos Aguas.(imagen ecir, 458)
xd
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