EL
Caballero de la mano en el pecho
(1570-1580)
(1570-1580)
Óleo sobre lienzo (81x66 cms)
En un
famoso soneto, el poeta Manuel Machado inicia la presentación de este personaje
con los versos: "Este desconocido es un cristiano/de serio porte y negra
vestidura,/donde brilla no más la empuñadura/de su admirable estoque
toledano...". Aún cuando ya se conoce quien era este
"desconocido" -Juan de Silva, notario mayor de Toledo- el retrato ha
quedado siempre como la representación típica del hidalgo español: austero,
espiritual y profundamente serio. Y a este paradigma de "lo español"
debe también su gran fama esta pintura. El caballero aparece vestido de negro,
con la gorguera y los puños de encaje blanco; sólo una mínima cadena de oro -de
la que pende una medalla- parece animar la negrura del conjunto; también es oro
labrado el puño de la espada que porta. Toda la expresión del retratado se
concentra en esa profunda y abstraída mirada, dirigida al espectador como una
evocación clara de aquellos iconos que pintó en su juventud.
Realizó otro muchos retratos, que
son reflejo del mundo de intelectuales y eclesiásticos en que se movía el
artista.
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