Tiziano
Venus de Urbino 1538
Óleo sobre lienzo; 1,19 x 1,65 m
Florencia. Galería de los Uffizi
Encargado
por Guidobaldo della Rovere, duque de Urbino., casado hacía cuatro años con
Giulia Varano de tan solo 10 años.
A los atributos canónicos de Venus. Las rosas que tiene en la mano
derecha y la maceta de mirto en el
alfeizar de la ventana, se añaden
detalles realistas que crean una atmósfera de maliciosa y sensual intimidad,
como el perrito enroscado en el lecho y las criadas que sacan ricos vestidos
del arcón nupcial. La Venus ha sido transformada
por Tiziano en una Venus cortesana.
Aparte
de ésta tiene otra Venus desnuda, cantos a la paganidad clásica, que pese al
escándalo de algunas conciencias débiles, eran muy del gusto de monarcas y
mecenas principescos.
Tiziano
Carlos V en la Batalla de Muhlberg (1549)
Óleo sobre lienzo; 3,2 x 2,79.
Madrid. Museo del Prado
Es
el máximo representante del clasicismo en el Cinquecento veneciano.
Aparte
de los temas mitológico cargados de
sensualidad y los religiosos de gran
colorido y fuerza, Tiziano era un gran retratista.
Tiziano
ya antes del retrato que nos ocupa, había retratado a Carlos V de pie con perro,
formato que marcó modelo que a partir de entonces iban a preferir reyes y príncipes
antes que el busto o medio cuerpo. También un bello retrato a Isabel de
Portugal. y a Felipe II
A partir de entonces el pintor tuvo una relación privilegiada con los Austrias. Tras la batalla de Mühlberg,
el emperador logró hacerle ir a Augsburgo,
donde haría su retrato a caballo así como de otros personajes que allí
había.. Carlos había convocado entonces en esa ciudad a la Dieta imperial en un momento que le parecía
propicio para la causa católica.
El
año de antes Carlos había derrotado a la liga protestante en Muhlberg, y así es
como representa al emperador, como paladín
de la catolicidad frente a los protestantes recientemente derrotados, auque
sería por poco tiempo
En
este gran retrato ecuestre, que copiarán todas las monarquías, y que sobre todo
hizo fortuna en la corte española del s. XVII, Tiziano representa al emperador
en ese momento histórico, erguido y solo,
ante un bello paisaje iluminado por las luces crepusculares
La
composición está determinada por esos colores broncíneos que
dominan en toda la superficie del
cuadro, resaltados aún más por los brillos metalizados de la armadura. Los
colores fríos aparecen en el paisaje lejano de la derecha.
A
pesar de ser un retrato de Estado, cuyo fin primordial es celebrar una victoria
política y militar, aparte del rango de rey emperador, Tiziano profundiza en
los rasgos psicológicos del emperador con su peculiar prognatismo, rasgos que denotan bondad y quizá cansancio.
Hola,
ResponderEliminarUn blog muy intersante, lo acabo de encontrar... seguiré pasando por aquí,
Respecto a Tiziando me llamó la atención que a sus 98 años seguía pintando, y firmando, según dicen, con trazo firme (su obra Lepanto). Todo un ejemplo.
Les invito a pasar al enlace al que apunta mi firma (Redescubrirelarte), por si les resulta interesante; en la última entrada hablamos precisamente de Tiziano.
Un saludo y gracias de nuevo,
Jose
Gracias por tus palabras Arnedo, acabo de ver tu página y me parece sensacional, incluyendo el último artículo y reflexión sobre Tiziano. Te enlazo en los blogs que sigo para que mis chicos también accedan a tu página. Un saludo
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