Duda de Santo Tomás y los otros machones
del mismo estilo Finales s XI)
Autor:
el conocido como primer maestro de Silos
Técnica:
mediorrelieve, adaptado a la arquitectura ( machones de las esquinas del
claustro).Plantilla de dibujo y cincelado. Los pliegues de los vestidos, más
que tener relieve, están marcados por líneas de dibujo
El
momento de esplendor de este monasterio fue a partir de la segunda mitad del s.
XI con el nuevo abad, el futuro Santo Domingo, benedictino. Su fama hizo que
creciera la comunidad y recibieran grandes donaciones reales. En el s. XVIII se
destruyó la iglesia románica y se levantó un templo neoclásico. El claustro,
aunque con importantes modificaciones, es la única zona monacal conservada de
la época románica.
El
claustro es un cuadrilátero irregular de grandes dimensiones. Dos pisos con
arcos de medio punto sostenidos por columnas pareadas con capiteles
individuales que se unen con un cimacio. Presenta la curiosidad de una columna
torsionada
La
mejor escultura está en el piso inferior y se reconocen tres maestro o talleres
distintos.
Destacan dos conjuntos: los de los capiteles y
los de los machones de las esquinas
En
los capiteles hay gran variedad de decoración, unos con decoración geométrica y
calada, otros con motivos figurados de animales de origen oriental: leones,
águilas, flamencos, arpías, centauros. En algunos, los animales se retuercen
entre motivos vegetales de complicados y
perfeccionados entrelazados que recuerdan al arte musulmán. En general la talla
de los capiteles es fina, con trazos delgados y disposición simétrica.
Algunos
son del conocido como primer maestro de
Silos, también autor de los bellos relieves de tres de los machones de los
ángulos (escenas de la muerte y
resurrección de Jesús): Ascensión y Pentecostés, Descendimiento y Santas mujeres ante el sepulcro; Duda de Santo Tomás y Jesús con los
discípulos de Emaús.
Los relieves de La duda de Santo Tomás,
representan la incredulidad de Santo Tomás, quien, en presencia de los otros
once apóstoles, toca las heridas en el costado de Cristo para cerciorarse de
que ha resucitado
Son
de un estilo suave inconfundible, en el que la lisura del acabado se une al
encanto de la composición. El plegado de las ropas, realizado con suaves
incisiones y suavemente movido por el viento, lo mismo que las cabezas ladeadas
con languidez, expresan beatitud. Los personajes son muy alargados, con rostro
beatífico, sin individualizar como es típico del románico. Las figuras de los
apóstoles se pueden identificar por inscripciones que tiene en las coronas.
Tienen
las piernas cruzadas de un modo antinatural, típico del románico, que le da unidad
de ritmo a la composición. La composición, como la de los otros machones es
isocefálica. La figura de Cristo más grande que los doce apóstoles, para
expresar la jerarquía. La escena ocupa todo el espacio que se sitúa bajo un
arco que simula una fortaleza con almenas y torres. Sobre el arco músicos
celebrando la resurrección. Como es típico del románico, las figuras ocupan
todo, el espacio en el que tiene lugar la escena no se representa.
En
la escena de Pentecostés, los discípulos, en dos niveles isocefálicos, reciben
del cielo, simulado con ondas, (abstracción románica de la realidad) la fuerza
del Espíritu Santo para extender el evangelio.
EL
machón de la Anunciación es ya de comienzos del XIII y claramente se ve cambio
de estilo que tiende al naturalismo del gótico: la escena ya no está totalmente
ocupada por los personajes, hay un fondo vacío donde cuelgan unas cortinas, los
pliegues son más ampulosos. La anatomía más verídica y en algunas partes, como
los brazos de los ángeles, el relieve se despega del muro, consiguiendo
claroscuro y profundidad. También el tema mariano es indicio de goticismo.
Hablar
de las donaciones reales al monasterio, de las rentas que percibían, a cambio
de plegarias y oraciones; del espacio, el claustro, centro de la vida
monástica, lugar de paseo, meditación y
procesiones de los monjes.
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