Resumen de la planta: (1502-1546)
Julio II, sobre la primitiva basílica paleocristiana quiere
un gran templo (van muriendo los arquitectos y son sustituidos)
1º Bramante 1503, planta
de cruz griega inscrita en un cuadrado; en el centro una gran cúpula soportada por
cuatro grandes pilares que se irán reforzando en las sucesivas obras, Cuatro
torres en ángulos del cuadrado y cuatro entradas principales.
2º Rafael: proyecto de
planta de cruz latina, con naves y amplio crucero
3º SanGallo
4 Miguel Angel, 1546 Vuelve al proyecto de Bramante,
planta de cruz griega pero con una sola entrada principal y una cúpula mayor,
desapareciendo las primitivas cuatro torres bramantinas
Fachada: Carlo Maderno (1556-1629).Monumental.
Se alternan el elemento clásico: columnas corintias de proporciones gigantes,
típicas del barroco, entablamentos, arcos y frontones. Al piso inferior de
marcado carácter antiguo le añade un ático que simula un robusto basamento.
Combina la verticalidad de lo clásico con los dinámicos intervalos de columnas
y pilastras, sin función constructiva, que produce un efecto de entrantes y
salientes, característico del barroco.
Columnata. S XVII (1656-67)
Bernini. (1599-1680) Mármol.
Bernini, artista polifacético, además de arquitecto es escultor y
director de teatro lo que le influye en concebir tanto la arquitectura como la
escultura con una fuerte carga
escenográfica.
En
Roma, en el contexto de la
Contrarreforma, y para confirmar su papel de cabeza de la Cristiandad, se llevan a cabo un serie de trazados
urbanísticos para darle magnificencia y para facilitar las visitas de los
peregrinos: amplios viales que conectan los puntos esenciales de la ciudad que
se resaltan con plazas donde se colocan fuentes, obeliscos, siendo el primero
el del Vaticano.
El
Papado encarga a Bernini que partiendo
de la basílica y del obelisco construya
la gran plaza.
Ya había realizado antes el Baldaquino de San Pedro del Vaticano. Y a
la vez que la columnata, la iglesia de
San Andrés del Quirinal en Roma de planta elíptica, típica del barroco.
PARA COMPLETAR:
Sin duda la construcción más
singular de toda la edilicia pontificia se plasmó en el urbanismo de la Plaza de San Pedro
(1656-1667), concebido por Gian Lorenzo Bernini (1598-1680). Se trata en
realidad de una obra que se propone resaltar el lugar de mayor importancia de la Roma papal como foco de la
religiosidad católica. Así, su estructura se ve sometida a la existencia previa
de la basílica de Miguel Ángel y del obelisco de Fontana, pero el
extraordinario ingenio de Bernini supo adaptar dichos elementos al deseo de
Alejandro VII de potenciar el centro de la cristiandad. Para acometer este
plan, el arquitecto dispone una elipse abierta, constituida por un conjunto de
columnas gigantes de orden toscano, conectada con la ciudad y unida por un
pasillo divergente a la fachada de la basílica, a la que singulariza y resalta,
a modo de un gran escenario teatral donde el papa realiza sus apariciones
públicas y muy especialmente la bendición “urbi
et orbi”. Esta idea de pantalla escenográfica se ve sutilmente enfatizada
por la creación de un espacio central de forma oval en torno al obelisco,
encerrando el simbolismo del “omphalos
mundi”, y sugiriendo los brazos de la Iglesia abiertos hacia el peregrino.
Para repasarlo, mejor verlo en imágenes con este video de Artehistoria:
oe sabes...... tas creyendo
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