Durante el s. XVII
Los Países Bajos alcanzan un gran desarrollo pictórico. La diversidad
sociopolítica e ideológica de Flandes y Holanda condicionan la pintura. Flandes, católico, bajo el dominio español con una poderosa
nobleza.
Abundan los temas religiosos, grandes lienzos encargados para las
Iglesias. La nobleza se interesa por los temas mitológicos.
PEDRO PABLO RUBENS
(1577-1640) es el máximo representante de la escuela flamenca. Persona de gran
cultura, su vida transcurre entre la diplomacia y la pintura. Viaja a Italia
donde completa su formación, trabaja para el duque de Mantua. Se instala
definitivamente en Amberes. La esposa del gobernador de Flandes, la infanta
Isabel Clara Eugenia, hermana de Felipe III, amante del arte favoreció a Rubens
y pronto tuvo encargos de la corte, el ayuntamiento y la iglesia de la Contrarreforma... En
su prolífico taller se trabaja en equipo, el maestro se reserva los toques
finales...Sus biógrafos destaca su capacidad de asimilación: el realismo
minucioso flamenco, la monumentalidad y
corpulencia aprendida de Miguel Angel y sobre todo el tratamiento del color de la
escuela veneciana.
- En
cuanto a la iconografía, relatos religiosos y mitológicos
principalmente. Prefiere grandes
ciclos narrativos, mezclando la mitología y la historia (21 lienzos para María de Médicis).
- Gusta
de los esquemas de composición con líneas diagonales, base del dinamismo y
vida de sus cuadros como en el
descendimiento de la cruz o, el
rapto de Proserpina…
- Su
pintura no es evolutiva. No presenta variaciones. Diseños basados en el
ritmo de la curva ( serpentinata)
- Encendido
cromatismo de colores cálidos y luz brillante
- Pincelada
decidida y rápida.
- Su pintura será admirada por los pintores del romanticismo
Las tres gracias. S XVII (1639)
PEDRO PABLO RUBENS
Óleo sobre lienzo
2,2 x 1,8 m
Museo del Prado
Esta
obra fue adquirida por Felipe IV, entre los bienes subastados del pintor tras
su fallecimiento.
Es una de las últimas obras.
Antes había tratado el tema, pero es sólo aquí que las representa en la forma
establecida en la Antigüedad clásica: las figuras en estrecho círculo, con lo
que una de ellas aparece de espaldas al espectador. Según Hesiodo en su Teogonía eran tres. Aglaya (La resplandeciente), Eufrosine (la
Gozosa) Talía ( la Floreciente). Las tres
eran hijas de Eurínome y de Zeus. Las tres eran vírgenes y estaban al servicio
de Venus. Siempre aparecen desnudas o con finas gasas transparentes, ya que la
belleza no necesita cubrirse. Son la representación de la afabilidad, la
simpatía y la delicadeza. Estaban presentes en todas las fiestas y banquetes de
Apolo
La corte y la nobleza demandaban sobre todo temas mitológicos
insistiendo en los toques sensuales. No obstante esta sensualidad en Rubens se
ve aminorada porque sus desnudos femeninos representan a mujeres celulíticas ( el denominado desnudo de tipo nórdico)y sus
rasgos faciales, en muchos casos parecidos,
no tienen apenas profundidad psicológica,
Las figuras tratadas
de esta forma realista, se conectan entre sí con los brazos, el velo y
las miradas. La sensación de movimiento y gracia que irradian las tres
jóvenes parece que inviten al espectador
a integrarse a la escena. Extraordinario color de la
carne. Lo consigue mezclando los tres colores básicos y uno de ellos, el azul
lo saca de fondo. Las flores de la guirnalda superior y el fondo de
paisaje acentúan la belleza del conjunto. El fuerte foco de luz que utiliza el
maestro resalta el colorido perlado de las muchachas, en cuyos rostros creen
algunos reconocer las facciones de las dos esposas del pintor -Isabella Brant
y Hélène Fourment-
mientras otros opinan que se trata de diferentes variaciones de ésta última.
Comentario de ARTEHISTORIA (Completad con las características generales de arriba)
http://www.artehistoria.jcyl.es/genios/cuadros/1171.htm
Adoración de los Magos. S XVII (1609 y 1628) PEDRO PABLO RUBENS
Óleo sobre lienzo. 3,46 x4,88 cm Museo del Prado
La Adoración de los Magos es una de las mayores obras que guarda el Museo del Prado, siendo pintada por Rubens en dos partes claramente diferenciadas. El lienzo original, es decir, la zona de la izquierda que recogela Adoración , fue encargada
a Rubens por uno de los magistrados de la ciudad de Amberes - llamado Nicolás Rockox-en
1609 para decorar el Salón de los Estados del Ayuntamiento. Con motivo del
viaje del marqués de Siete Iglesias, lugarteniente del todopoderoso valido
español -Duque de Lerma-
a Amberes en 1618 recibió como regalo esta Adoración, que fue ampliada en sus
partes derecha y superior por Rubens durante su estancia en Madrid en
1628-1629.Rubens fue un gran admirador del Renacimiento italiano,
especialmente de la Escuela veneciana,
donde buscó su fuente de inspiración. Considerará a Tiziano
como su "padre espiritual" pero también admirará las obras de Tintoretto
y Veronés.
Esta influencia veneciana es la que apreciamos en la parte inicial de la Adoración. El Niño
es el foco del que parte la luz, iluminando los rostros de los Reyes Magos y
sus correspondientes pajes. La riqueza de las telas, la variedad del color y
la cantidad de figuras existentes sorprende al espectador. Sin embargo, en la
zona añadida en 1628 existe un evidente homenaje a Miguel Ángel
en las figuras de los porteadores y de los jinetes sobre sus caballos. En esta
zona todo es escorzo y movimiento, que contrasta con la serenidad de la zona
inicial. Las masas musculosas y en tensión son muy significativas del impacto
que produjo en el maestro la contemplación de la Capilla Sixtina
de Roma. La zona superior, con los angelitos que van hacia el Niño, también es
un añadido del año 1628.La atmósfera que ha obtenido el maestro con el juego
de luces procedente deL Niño y de las
antorchas, la riqueza de los paños de brillante colorido y la postura de las
figuras, hacen de esta escena una clara representación de las Adoraciones del Barroco. Otra de las cuestiones que causa mayor sorpresa
al espectador es la inexistencia de un espacio vacío que nos permita apreciar
alguna nota de paisaje. A pesar de estar la escena llena de figuras, Rubens ha
sabido obtener el efecto de profundidad al colocar los personajes en
diferentes planos, en un equilibrio de masas perfecto, que no provoca que una
zona se recargue más que otra. Hasta el propio artista no quiso perderse el
acontecimiento y se autorretrató en la zona derecha, sobre un caballo, de
espaldas.
http://www.artehistoria.jcyl.es/genios/cuadros/1171.htm
Adoración de los Magos. S XVII (1609 y 1628) PEDRO PABLO RUBENS
Óleo sobre lienzo. 3,46 x
La Adoración de los Magos es una de las mayores obras que guarda el Museo del Prado, siendo pintada por Rubens en dos partes claramente diferenciadas. El lienzo original, es decir, la zona de la izquierda que recoge
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