Alonso
Cano (1601-1667)
Inmaculada
s. XVII (1655).45 cm.
Madera
policromada
Catedral de
Granada
En Granada, se consolida durante el s. XVII una escuela de
escultura que se caracteriza por su pequeño tamaño, tallas delicadas y
exquisitas pensadas para espacios íntimos en oratorios privados o en capillas
de conventos.
Alonso Cano,
también arquitecto y pintor, es uno de los representantes de esta escuela. Sus
estancias en Sevilla donde entra en contacto con Montañés, y en Madrid, terminan por conformar su estilo:
naturalista, sereno y en búsqueda permanente de la belleza ideal. Sus
esculturas rebosan gracia y un cuidado exquisito en la talla a través del
plegado menudo
Otras
obras la Virgen de la Oliva que realiza para un retablo de su padre que
era constructor de retablos y de quien
aprendió el oficio.
Alonso Cano, al igual que Montañés, logra combinar en sus obras
las pervivencias clasicistas con los nuevos postulados barrocos, creando a
partir de ellos un nuevo ideal estético de amplia repercusión en la producción
escultórica sevillana y granadina. Este modelo, basado en la depuración formal,
la delicadeza y la contención expresiva, se materializa en esculturas de
silueta esbelta y cuidada anatomía, bellos rostros ovales, de ojos rasgados y
mirada ensimismada y melancólica, que, tras su aparente reposo externo, parecen
encerrar un profundo y apasionado mundo interior , por Ej. San Juan Bautista adolescente.
Esta Inmaculada
de pequeño tamaño se pensó para
colocarla sobre el facistol, el atril central de gran tamaño que se disponía en
el centro del coro, así, la obra, podía
ser contemplada desde todos los puntos de vista. Gustó tanto que se guardó como objeto precioso.
Se apoya sobre la habitual
nube de querubines. Representa a la Virgen en el paso de la niñez a la
pubertad, con rostro dulce, concentrado en su alta misión. El trabajo de las manos se hace con finura y delicadeza
en el estudio anatómico. Se envuelve en sus vestiduras como de nubes, tal si de
una visión celestial se tratara
La policromía es muy cuidada que se explica en un
escultor que conoce bien las técnicas pictóricas, blanco y azul tal como se
establecía que debía representarse la Inmaculada Concepción ,
(La Virgen
nació sin pecado original) creencia desde los primeros padres de la Iglesia y en la que
insiste la Iglesia
de la Contrarreforma
aunque no se aprobará como dogma de fe
hasta el 8 de diciembre de 1854. En
Granada, Cano se convertirá en el modelo de las jóvenes generaciones de la
segunda mitad del siglo XVII dejando tras su muerte dos importantes seguidores (uno,
Pedro de Mena) .
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